El auge de los NFT (Non-Fungible Token) ha cobrado fuerza en las industrias del anime y el manga en los últimos meses, pero la práctica de adjuntar arte a los NFT también ha suscitado preocupación en las comunidades artísticas en torno a posibles estafas, el blanqueo de dinero y su impacto medioambiental.

Kazunari Kida, director general de la plataforma japonesa de encargo de obras de arte Skeb, escribió el lunes un popular hilo de Twitter en el que detallaba los posibles inconvenientes de las NFT y las razones por las que Skeb no tiene actualmente planes de implantarlas. En primer lugar, explicó que, aunque un NFT puede demostrar la propiedad del token en sí, no es una prueba de la propiedad de la obra de arte relacionada, ni es equivalente a los derechos de autor. Los NFT no contienen ninguna función de gestión de derechos digitales (DRM) y no tienen ningún medio para impedir que se copie la obra de arte. Un token muestra una URL de la obra de arte, a la que, por lo general, cualquiera puede acceder.
“Es posible hacer un token de la obra de otra persona sin permiso. No hay ninguna función que demuestre que el creador de la obra de arte correspondiente ha generado el token por medios legítimos”, advirtió, y añadió que si un token se generara sin permiso, no hay ningún proceso automatizado para conseguir su retirada; los creadores tienen que tomar cartas en el asunto presentando una reclamación por violación de derechos de autor o DMCA directamente al proveedor de servicios.
A nivel práctico, también señaló que no es fácil implementar las NFT para las comisiones de arte porque no están equipadas con una función similar a un “contrato inteligente” que generaría un token automáticamente después de que se haya completado una comisión. La situación fiscal de los ingresos por ventas de NFT también es confusa por el momento, ya que la Agencia Tributaria Nacional de Japón aún no ha determinado si deben considerarse ganancias empresariales o como ingresos diversos. Si, al igual que el comercio de criptodivisas, se consideraran ingresos diversos, entonces no podrían calcularse como parte de los beneficios o pérdidas netas de una empresa. Además, si las NFT se consideran activos fijos intangibles, existe la posibilidad de que estén sujetas al impuesto sobre el consumo.
Kida dijo que le preocupaba que, al ser el concepto de propiedad de fichas totalmente nuevo, pudiera haber muchos creadores que lo utilizaran y lo confundieran con la propiedad del arte o la prioridad intelectual. Dijo que no rechazaba el concepto de NFT en su conjunto, y piensa que está perfectamente bien comerciar con ellos siempre que todos los implicados entiendan lo que son. Sin embargo, está preocupado porque ha visto que la gente intenta explicar las NFT como una forma de propiedad del arte. “He visto que los artistas que me rodean adjuntan sus obras a las NFT cuando todavía están confundidos sobre lo que son, y eso, más que nada, es lo que me tiene preocupado”, escribió.
Dijo que las razones mencionadas anteriormente son la razón por la que Skeb no añadirá una función relacionada con las NFT en un futuro próximo. Añadió que ha sido bombardeado con comentarios en sus cuentas de redes sociales sobre la adición de esta función, lo que le ha hecho sentirse harto. Concluyó el hilo afirmando que, a nivel personal, tiene una opinión positiva sobre las criptomonedas en general, pero que cree que los posibles inconvenientes en este caso concreto no se han explicado suficientemente. También aclaró en una respuesta que no está diciendo necesariamente que las NFT sean una estafa, y que anima a los demás a tener en cuenta los aspectos positivos y negativos al hacer su propia investigación. Skeb es utilizado por miles de artistas japoneses, entre ellos destacados creadores de manga y animadores. Entre los usuarios más populares se encuentran el creador del manga SUPER HXEROS, Ryōma Kitada, y el diseñador de personajes de Hana-Saku Iroha, Mel Kishida.
Fuente: ANN