La industria del espectáculo no es tan glamurosa como parece, detrás de las luces y las cámaras se esconden historias de abuso, explotación y sufrimiento, especialmente para los seiyuus, los actores de voz que dan vida a los personajes de anime y videojuegos. Uno de los casos más escandalosos y recientes es el de Johnny Kitagawa, el fundador de Johnny & Associates, una de las agencias de talentos más poderosas de Japón, también conocida como Johnny’s. Su sobrina, Julie Fujishima, reveló el hostigamiento que padeció por parte de su tío, quien falleció en 2019.
Si quieres conocer más sobre el mundo de los seiyuus y el mundo del entretenimiento, te recomiendo que veas Skip Beat!, un anime basado en el popular manga de Yoshiki Nakamura. Esta serie cuenta la historia de Kyoko Mogami, una chica que decide vengarse de su exnovio, un famoso cantante que la usó y la engañó, convirtiéndose en una actriz de éxito. En su camino, se encontrará con Ren Tsuruga, el actor más popular de Japón, y con Shoutaro Fuwa, el exnovio que la traicionó.
Cómo el caso de Johnny Kitagawa ha sacudido a la sociedad japonesa
Johnny Kitagawa no era un desconocido para la polémica, desde hace décadas se le acusaba de abusar sexualmente de niños y adolescentes que aspiraban a ser artistas bajo su tutela. Muchos testimonios y demandas salieron a la luz, pero nunca prosperaron, pues Johnny tenía el control de los medios de comunicación y la opinión pública. Era el precio que había que pagar por entrar al mundo del entretenimiento, un mundo donde la inocencia se perdía y el silencio se compraba.
El caso de Johnny Kitagawa ha sacudido a la sociedad japonesa y ha puesto en evidencia la realidad que viven muchas personas que trabajan en el arte y la cultura, especialmente los seiyuus y locutores, quienes han sufrido algún tipo de acoso en más del 20% de los casos, según una encuesta realizada por el gobierno japonés a finales del año pasado. La encuesta, que abarcó 640 personas de diferentes campos del entretenimiento, mostró que los seiyuus y los locutores eran los más vulnerables a ser tocados inapropiadamente o forzados a tener relaciones sexuales, así como a recibir insultos o amenazas por parte de sus superiores o compañeros de trabajo. Los resultados de la encuesta fueron los siguientes:
- Seiyuus: 25,7%
- Escritores: 20,4%
- Creadores de contenido: 16,7%
Estos datos son alarmantes y reflejan una situación que lleva años ocurriendo, pero que siempre ha sido ignorada o silenciada por el miedo, la vergüenza o la falta de apoyo. Muchas víctimas han tenido que soportar el dolor y el trauma de ser abusados y humillados, sin poder denunciar o recibir justicia.
Ante esta realidad y el caos mediático de Johnny Kitagawa, el gobierno de Japón ha anunciado que tomará medidas para prevenir y sancionar el acoso en el ámbito del entretenimiento, así como para apoyar y compensar a las víctimas. También se buscará establecer normas que garanticen un ambiente de trabajo seguro y respetuoso para los artistas y los creadores. Sin embargo, muchas personas se muestran escépticas ante estas medidas, pues consideran que llegan tarde y que no reparan el daño ya hecho.
Los artistas que admiramos pueden tener una historia de sufrimiento detrás de su éxito, una historia que no debería repetirse nunca más. Lo que antes era una empresa de prestigio, ahora es un símbolo de vergüenza, por eso la compañía de Johnny Kitagawa se dividirá en dos y cambiará su nombre a Smile-Up, con el objetivo de compensar a las víctimas y mejorar su imagen. Pero esto no es suficiente, se necesita un cambio profundo en la industria y en la sociedad, para que el acoso y el abuso no queden impunes. El caso de Johnny Kitagawa es solo uno de muchos, pero hay muchos más que siguen ocultos y que deben salir a la luz.