El director de INU-OH, Masaaki Yuasa, habló sobre su inspiración en la película durante su estreno en Japón en el Festival Internacional de Cine de Tokio (TIFF). La película, que muestra la amistad entre un intérprete de biwa ciego y el actor Noh del mismo nombre, Inu-Oh, fue el intento de Yuasa de contar una historia perdida en el tiempo. Espera que el público pueda verla como una historia positiva sobre la discapacidad y la vida fiel a uno mismo.

Según Yuasa, el tema fundamental se expresa a través del propio personaje de Inu-Oh: aunque al principio se le teme porque su aspecto físico se considera grotesco, descubre su talento para la danza y se convierte en un artista estrella. Yuasa encuentra su actitud optimista inspiradora. “No deja que las opiniones de los demás le pesen. Me atrae mucho ese tipo de actitud”, dice. “A través del baile de Inu-Oh, quiero que el público sienta que también quiere bailar. Es la misma sensación estimulante que tengo al asistir a una actuación en directo”.
Lo que le llamó especialmente la atención a Yuasa sobre la historia de la figura histórica de Inu-Oh fue cómo se le presionó para que se ajustara a un determinado estilo “correcto” de Sarugaku Noh. Esto inspiró a Yuasa a indagar en la idea de que había multitud de experiencias diversas que se ignoraban en la creación de una historia “aprobada”. Al contar una historia ficticia en torno a un Inu-Oh que los registros no reconocen, Yuasa esperaba transmitir la existencia de los marginados, cuyas historias han sido aplanadas o borradas al contar la historia.
“Me gustan las historias sobre los perdedores de la historia”, dijo. “Para mí, es una especie de garantía. Aunque la historia no los recuerde, en el transcurso de sus propias vidas, seguro que hubo gente que los comprendió. Eso es significativo también para nosotros en la actualidad. Todo el mundo necesita a alguien que le comprenda”. La autoafirmación y la elección de la propia identidad son también grandes temas de la película. Los personajes principales cambian de apariencia y de nombre varias veces a lo largo de la historia, y para ellos el acto de elegir su propio nombre se convierte en una forma de resistir a las etiquetas que les impone el mundo que les rodea. Yuasa espera que el público pueda ver en última instancia una historia edificante.
Fuente: ANN