El antiguo estudio que produjo éxitos como las tres primeras temporadas de Attack on Titan y The Ancient Magus’ Bride aparentemente no está haciendo bien las cosas desde el punto de vista financiero, según un informe del sitio web japonés centrado en la industria gamebiz. Según el informe, WIT STUDIO tuvo un descenso del 40,3% en sus ingresos durante el último año fiscal (del 1 de junio de 2020 al 31 de mayo de 2021), perdiendo 501 millones de yenes. Al parecer, esto ha provocado la preocupación de la empresa matriz I.G. Port, que se ha encargado de empezar a gestionar el estudio desde el punto de vista empresarial.
El informe señala que las ventas globales de WIT STUDIO descendieron a 1.235 millones de yenes (11,03 millones de dólares), un 40,3% menos que el año pasado, con una pérdida recurrente de 486 millones de yenes (4,34 millones de dólares), y una pérdida final de 501 millones de yenes (4,47 millones de dólares). Esto contrasta con el año anterior, en el que el estudio sólo perdió 173 millones de yenes (1,54 millones de dólares). Según los informes, el estudio ha ampliado su déficit a 866 millones de yenes (7,73 millones de dólares).
Debido a estos problemas, se dice que I.G. Port ha intervenido – un movimiento muy poco común para la empresa matriz, que suele dejar solos a sus estudios subsidiarios -, y ha puesto en marcha un “Proyecto de Gestión de Subsidiarias”. La empresa matriz colaborará con la administración de WIT STUDIO para intentar aplicar medidas que devuelvan la rentabilidad al estudio y disminuyan sus déficits y el exceso de pasivos.
WIT Studio sólo ha estrenado THE GREAT PRETENDER en Netflix durante este tiempo y estaba a medio camino de la emisión de Vivy: Fluorite Eye’s Song, aunque se desconoce si alguna de las obras pasadas en las que WIT STUDIO tuvo participación, o alguna obra futura que estuviera actualmente en producción, contribuyó a la pérdida.
Fuente: Gamebiz